Conocida en el medio artístico como Licry Bicard, nació en San Salvador. Aunque se considera en gran medida autodidacta, recibió clases en el Centro Nacional de Artes en 1972, con maestros como José Sánchez Carralero (España 1942) y en 1975 con Valero Lecha. De forma adicional, entre 1978 y 1979 tomó clases de dibujo anatómico con el escultor y dibujante español Benjamín Saúl. Ha desarrollado una trayectoria artística muy fructífera que refleja sus exploraciones formales, estilísticas y temáticas, a través de la pintura, escultura, dibujos y grabados en diversas técnicas y estilos, incursionando también en las instalaciones. Su obra incluye pintura, dibujo, grabado, escultura e instalación. Su temática es variada, desde figuración, paisaje y bodegones hasta arqueología. Su trabajo se ha desarrollado en diversos estilos, donde los más importantes son el realismo mágico, la abstracción y el expresionismo. Comenzó a exhibir en 1970, y ha celebrado veintiséis exposiciones individuales en El Salvador y Costa Rica desde 1980. Ha exhibido en Centroamérica, México, Estados Unidos, Canadá, Chile, Brasil, Argentina, Ecuador, República Dominicana, Puerto Rico, los Países Bajos, España, Francia, Taiwán, Japón e Israel.
Además de trabajar en su propia obra, Licry Bicard ha realizado restauración de obras artísticas desde 1994. Ha expuesto individualmente en El Salvador en más de quince ocasiones y ha tomado parte en más de 150 exhibiciones colectivas a nivel mundial. Su obra forma parte de importantes colecciones públicas y privadas en Centroamérica, Estados Unidos, Colombia, Perú, España, Italia, Suiza e Israel. En 1995, publicó su catálogo de obras “Licry Bicard y el don alado de la imaginación”. Ha ilustrado varios libros de autores salvadoreños, entre ellos la primera edición de “Cuentos del mar”, de Ricardo Lindo; “La cantata de mayo”, de Rolando Elías, y varias revistas.
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