«Siempre estoy dibujando y a la vez estoy pensando. Uno se ubica en otra realidad, la propia». -Licry.
«Dibujar, para mí, es como escribir». -Licry.
Si como público tendemos a encajar a todos los artistas como pintores, algunos, como Bicard, consideran la práctica del dibujo como esencial.
Entre las clases de formación que tomó a través de los años, la más importante para ella fue la de dibujo de la figura humana con Benjamín Saúl a finales de la década de los setenta. Varias de sus exposiciones individuales han sido de dibujo, incluyendo sus primeras tres exhibiciones en 1980 y 1981. Ambas incluyeron dibujos de figuras, como también lo hicieron los grabados lineales que hizo en 1982.
Es interesante hacer aquí una pausa para considerar la valoración entre dibujo y pintura, desde el punto de vista de la artista. Ella considera el dibujo como la contraparte de la pintura. Para Bicard, su dibujo es juego, libertad, ironía y rapidez; mientras que la pintura es seria, toma mucho más tiempo y debe tener «fuerza». En resumen, difieren en el tiempo que les invierte, su actitud mental y emocional hacia cada disciplina, y ambas existen en una jerarquía de valor implícita en sus comentarios.
He allí una aparente contradicción entre «Dibujar es mi vida. Si no estoy en esto, me muero», y relegar la práctica del dibujo a un segundo plano en comparación con la pintura. Pero deberíamos entenderlos como complementos de un total, necesarios para un balance entre extremos. En el dibujo, la artista logra una libertad y expresión más directa, y le proporciona la oportunidad de frivolidad, humor y juego. Retornamos a la expresión del niño interior de la artista en sus dibujos.
En 1998, Bicard presentó una exposición de pequeños dibujos titulada Dibujos Telegráficos en La Ventana. Además del pequeño formato, sobresale el humor de las escenas presentadas.
Se asemejan en técnica y contenidos humorísticos a los que aquí se exponen. Comentó entonces Antonio Bonilla: «Si los pequeños dibujos de Licry… se pueden declarar obras independientes, proyectos o las dos cosas, en realidad no importa; porque son importantes en sí mismos porque ahí están libres. (…) Dibujos infantiles, caricaturas, juegos de experiencia de una mano que se divierte dibujando y nos descubre un microcosmos de humor…».
Sus dibujos tienden en su mayoría a hacerse sin levantar el lápiz (u otra herramienta) del papel, es decir, se hacen en un solo trazo continuo, como explica Aída Flores de Escalante: «Enamorada de la línea, dibuja en un solo trazo figuras plenas que encierran, en su aparente simplicidad, un mundo rico de expresiones».
En sus «muñecos» o «garabatos», Bicard encuentra uno de sus temas más relevantes y mejor vendidos, y una de sus técnicas mejor logradas: el collage.
Admite influencias en sus dibujos de Pablo Picasso (1881-1973) y del Grupo Cobra (1948-51), un movimiento europeo de expresión abstracta, por su libertad en el dibujo, así como de dos artistas austríacos: Gustav Klimt (1862-1918) y Friedensreich Hundertwasser (1928-2000). Si a primera vista parecen dibujos infantiles, una mirada más pausada demostrará una crítica social con un gran sentido del humor, una ponderación burlona del entorno cotidiano local.
Esta sección contiene obras desde 2005 al presente, e incluye diversas técnicas como lápiz de acuarela, técnica mixta, collage, grabado y esculturas en hierro. Algunos dibujos en lápiz de acuarela difieren en el uso del color -algunos son solo línea negra, y tienden a ser representaciones de intimidades cotidianas, de temas de amoríos y coqueteos. También se incluyen dos pequeños dibujos en técnica mixta del mismo año , donde los personajes se presentan mezclando elementos de glifos prehispánicos con halos propios de representaciones religiosas.
En los collages ocupa fondos rojos, y tiende a representar a personajes con animales o montados en bicicletas, a veces en situaciones jocosas, como es el pasear a un pollo con correa. Parte del encanto de estos collages son la mezcla de pequeños pedazos de papel con diseños abstractos para formular la representación figurativa del total. En los grabados de 2013, continúa la mezcla de lo abstracto dentro de lo representativo, como podemos apreciar en las ropas de El beso (ver lámina 77) y, en menor grado, en el tapiz de la silla de Lista del súper. Actualmente ha estado trabajando dibujos en lápiz de acuarela nuevamente, representando escenas cotidianas.
Finalmente, presentamos dos esculturas en hierro, forjadas entre 2012 y 2013, que transforman su línea dibujística en biombos o retablos. Las esculturas parten del dibujo original, el cual es digitalizado para trabajar el diseño en la computadora, y luego se trabaja con fabricadores para convertirlos en objetos. Los personajes provienen, en parte, del paquín que Bicard publicó con sus dibujos en 2012, Divertimento de líneas. La artista los describe así: «… son puros muñequitos para que cada quien interprete lo que le dé la gana.
(…) Mi paquín por eso no tiene letras, es puro dibujo. En mi trabajo se van a reír, pero con mis muñequitos». Al respecto, el Director del MARTE, Roberto Galicia, comentó sobre los dibujos del paquín durante su presentación:
«Aquí no vamos del garabato al dibujo. Vamos del dibujo al garabato. Las razones que me asisten para aseverar lo anterior es que Licry tiene una sólida formación, y el dibujo fue parte fundamental de su aprendizaje. Con el lápiz, la pluma, el pincel o con lo que sea y en cualquier superficie, traza trazos que son una prolongación de su mano, de sus gestos y nos transmite con ellos sentimientos y emociones. Sus garabatos son, en consecuencia, una forma visible y duradera de sus gestos y palabras. (…) Pero al final, como ella dice, lo que le interesa es que el público se acerque a ellos y encuentre un motivo para sonreír. Para divertirse. Son un divertimento en líneas. Esto, en un medio como el nuestro, es un consuelo».